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Nada mejor que tener un espacio agradable, con colores y acabados perfectos a la vista. Pero no solo esto. También es importante elegir los tipos de pintura que brinden este aspecto estético y que tengan durabilidad.
Existe una gran variedad de pinturas para interiores. Pero el uso de ellas depende directamente de las necesidades, condiciones y ambientes del espacio. En este post le contaremos sobre las pinturas de interior que existe en el mercado y cuándo es correcto usar cada una de ellas.
Según su tipo
1. Pinturas plásticas
Este tipo de pinturas suele ser la más común, tanto para espacios interiores como oficinas, salas, como para espacios exteriores según su composición. Esta pintura tiene un rápido secado y una excelente adhesión. De ella existen dos tipos:
- Pinturas vinílicas: por su composición y alta resistencia al sol, su aplicación puede hacerse para espacios interiores y exteriores. Tienen una fácil limpieza, excelente cobertura y son de fácil aplicación. Su acabado puede ser mate o satinado.
- Pinturas acrílicas: esta clase de pintura, además de tener una gran cobertura, tiene una alta resistencia a la humedad. Por esto es ideal para espacios con tendencia a esta condición, previniendo los hongos y bacterias generados por la misma. Su acabado suele ser brillante
2. Pinturas esmaltadas
Esta pintura está compuesta por una serie de resinas sintéticas que generan una gran protección y cobertura. En el mercado, actualmente existe pintura de este tipo con acabado tanto mate, satinado y brillante.
Es usada principalmente para superficies metálicas o sobre madera. Esto no significa que no pueda ser usada sobre muros, la decisión va a depender de los componentes.
Según su acabado
Como lo mencionamos en el anterior apartado, las pinturas plásticas y esmaltadas pueden tener diversos acabados. Pero, ¿qué significa esto?
1. Acabado mate
Por su consistencia sin brillo, es ideal para espacios en donde se quiera evitar distracciones y promover la concentración. Para lograr una cobertura total se requiere de más de una capa, especialmente si se trata de pintura plástica.
Otro aspecto de esta pintura es que, es más propensa a ensuciarse, pese a poderse limpiar se hace necesario hacer retoques periódicos para mantenerla en excelente condición.
La pintura esmaltada con este tipo de acabado, suele ser más durable, aunque el efecto visual no es exactamente igual. Es ideal para espacios más expuestos a grasa y suciedades en general.
2. Acabado satinado
Este tipo de pintura da un brillo sutil a los espacios y podría considerarse el punto intermedio entre lo mate y lo brillante. Puede brindar un aspecto de elegancia a los espacios y tiene una limpieza fácil.
En paredes que tengan notorias imperfecciones y no estén totalmente lisas, la pintura satinada podría llegar a resaltar aún más estos detalles. Es por esto que, si deseas aplicar esta pintura, es necesario primero resanar y estucar para nivelar la pared.
3. Acabado brillante
Es una excelente opción para reflejar la luz. Si bien puedes usarla para pintar toda una pared, por su gran impacto, lo ideal es aplicarla como una opción decorativa. Este tipo de pintura generalmente tiene una gran cobertura, por lo que con una capa bastará para obtener un color uniforme.
Sin embargo, al igual que con el acabado satinado, esta pintura requiere de un tratamiento de nivelación previo, pues puede resaltar imperfecciones en las paredes.
Ese ha sido una guía práctica sobre los tipos de pintura, sus ventajas, desventajas y uso para cada espacio. Tenga en cuenta que no solamente se trata de seleccionar un tipo de pintura, sino también analizar tu espacio, planificar colores, diseño y en lo posible, recibir asesoría de expertos para que tengas un resultado óptimo. Nuestro equipo está dispuesto para ayudarle para que tus oficinas, sitios de trabajo y otros espacios, sean los ideales en aspecto y en calidad. ¡Contáctanos!